¿Invertimos demasiado tiempo en pensar en hacer felices a nuestros niños?



 Nuestro impulso inicial es proteger a nuestros hijos ante cualquier amenaza o dificultad, sea importante o no lo sea, sea física o emocional, pero si nos paramos a pensar, nos damos cuenta de que no les hacemos ningún favor con esa protección casi instintiva.








Leonor Lega y Dom DiMattia, los dos psicólogos discípulos de Albert Ellis (1), en una de sus clases dijeron, “Invertimos demasiado tiempo en pensar en hacer felices a nuestros niños!!!, los niños es bueno que aprendan a sufrir!!!”. Si, sí, así tal cual lo dijo. “Enseñamos a los niños a tener historias de éxito cuando lo interesante es enseñarles a que cuando se caigan aprendan a levantarse, enseñarles a aprender a fallar, enseñarles a aprender a perder”.¿Qué opináis?


Según estos psicólogos enmascaramos a los niños la realidad, cuando la realidad es que en la vida pasan cosas que nos gustan mucho, otras no tanto y otras nada de nada… esa es la verdadera realidad, no siempre nos va a salir todo como queremos. Intentar buscar la felicidad de los niños a base de evitarles situaciones incómodas es un gran error porque fomentamos “la no soportantitis” y la baja tolerancia a la frustración, fomentamos el que cuando yo quiero algo… lo tengo que obtener seguro y ya!!!.  Fomentamos que se crean que la vida está llena de garantías!!
Lo que conseguimos cuando les protegemos de la realidad de la vida,  es fomentar que en un futuro sean unas personas muy débiles a nivel emocional, personas con muy baja tolerancia a la frustración.
Personalmente creo que es una recomendación que debemos tener muy presentes, y no solo para educar a nuestros hijos sino para reeducarnos a nosotros mismos, aprender a seguir cuando encontramos obstáculos y a ser fuertes a nivel emocional.

fuente:El blog de Rafael Santandreu. Escuela de felicidad

(1) Albert Ellis, es el creador de la Terapia Racional Emotiva (TRE). Su método terapéutico intenta descubrir las irracionalidades de nuestros pensamientos y con ello sanar las emociones dolorosas, dramatizadas y exageradas que son consecuencia de los esquemas mentales distorsionados. Ellis parte de la hipótesis de que no son los acontecimientos (A) los que nos generan los estados emocionales (C), sino la manera de interpretarlos (B). No es A quien genera C, sino B. Por tanto, si somos capaces de cambiar nuestros esquemas mentales (D) seremos capaces de generar nuevos estados emocionales (E) menos dolorosos y más acordes con la realidad, por tanto, más racionales y realistas.
1 Response
  1. Lidia Says:

    Sandra, estoy totalmente de acuerdo y aquí radica el problema que tienen muchos padres hoy en día, la sobreprotección, que da lugar a que ante cualquier adversidad se sientan frustrados y deprimidos.
    Curiosamente hoy he leído un artículo en la prensa de una jueza que dice que a los crios no hay que otorgarles sólo derechos sino también obligaciones.
    Un saludo.