Conociendo el país que verá nacer a mi hijo II : Axum
Según el poema épico etíope Kibre Neguest (Gloria de los reyes), se cuenta que Menelik I, el hijo de la reina Saba y el rey Salomón, trajo la auténtica arca de la alianza desde Jerusalén hasta Axum y estableció una de las monarquías más largas del mundo que se mantuvo sin interrupción hasta 1974. Referida como la cabeza de todas las iglesias etíopes, Santa María de Sión, es donde se custodia el arca de la alianza original traída por Menelik I.
Las impresionantes ruinas, monumentos y objetos arqueológicos abundan en Axum, atestiguando la fuerza de esta sólida, segura y rica civilización. Las enseñas más conocidas de Axum, son sus misteriosas estelas monolíticas hechas de únicas moles de granito y de idéntica decoración. La mayor de ellas, ahora caída, tiene 33 m de altura y pesa 500 T, haciendo de ella el mayor monolito del mundo.
Si Lalibela representa la maravilla y el misterio supremo de la civilización etíope, Gondar es orgullo, Bahir Dar es belleza natural, y Harar un exótico mosaico, entonces Axum se yergue como fuente de todos ellos.
Es uno de los lugares de peregrinación más concurridos del país, y sus sitios arqueológicos son reconocidos por la UNESCO como patrimonio de la Humanidad desde 1980. Axum es un antigua capital imperial, centro del reino de Axum, cuya historia se despliega a los largo de siglos, desde el año 400 aC hasta el siglo X, cuando la pérdida de control de las rutas comerciales terminó forzando su decadencia. Axum fue durante siglos el epicentro y corazón de la antigua Etiopía, un estado que concentraba el poder para lidiar con el Imperio Romano oriental y Persia.
Las riquezas, monumentos y el legado de su historia se hacen evidente en cada rincon de la ciudad, en relación a la estratégica ubicación en el camino de antiguas rutas de comercio entre Asia y África, fuente de ingresos que se volcaron al patrimonio. Con algunas pérdidas, su legado perdura hasta la actualidad.
Lo más destacado del sitio arqueológico de Axum son sus enormes obeliscos emplazados para demarcar las tumbas de los antiguos líderes del imperio. Los obeliscos tallados, están considerados los mayores monolitos del mundo en su tipo, alcanzando los más altos hasta 35 metros de altura. Las tumbas, fueron el depósito de incalculables objetos y riquezas de alto valor arqueológicos que no pudieron evitar ser víctimas del saqueo descontrolado. Sin embargo la mayoría de las riquezas encontradas en excavaciones posteriores, son preservadas en en los museos de Axum y en Addis Abeba.
Por supuesto, los lugares de interés no se agotan en los monolitos mayormente al norte de la ciudad. El reino de Aksum desplegó una arquitectura con un estilo propio. La iglesia de Nuestra Señora de Sión, desde 1665, fue el escenario histórico en donde se realizaban las ceremonias de coronación de los emperadores del antiguo Imperio de Etiopía. La ciudad exhibe además palacios como el Ta’akha Maryam, el palacio de Dungur, y centenarios monasterios. Es además considerada la ciudad Santa de Etiopía, y es en Axum donde se realizan distintas festividades religiosas que atraen a miles de peregrinos cada año.
Iglesia Nuestra Señora de Sión
Fuente: Dily
Las impresionantes ruinas, monumentos y objetos arqueológicos abundan en Axum, atestiguando la fuerza de esta sólida, segura y rica civilización. Las enseñas más conocidas de Axum, son sus misteriosas estelas monolíticas hechas de únicas moles de granito y de idéntica decoración. La mayor de ellas, ahora caída, tiene 33 m de altura y pesa 500 T, haciendo de ella el mayor monolito del mundo.
Si Lalibela representa la maravilla y el misterio supremo de la civilización etíope, Gondar es orgullo, Bahir Dar es belleza natural, y Harar un exótico mosaico, entonces Axum se yergue como fuente de todos ellos.
Es uno de los lugares de peregrinación más concurridos del país, y sus sitios arqueológicos son reconocidos por la UNESCO como patrimonio de la Humanidad desde 1980. Axum es un antigua capital imperial, centro del reino de Axum, cuya historia se despliega a los largo de siglos, desde el año 400 aC hasta el siglo X, cuando la pérdida de control de las rutas comerciales terminó forzando su decadencia. Axum fue durante siglos el epicentro y corazón de la antigua Etiopía, un estado que concentraba el poder para lidiar con el Imperio Romano oriental y Persia.
Las riquezas, monumentos y el legado de su historia se hacen evidente en cada rincon de la ciudad, en relación a la estratégica ubicación en el camino de antiguas rutas de comercio entre Asia y África, fuente de ingresos que se volcaron al patrimonio. Con algunas pérdidas, su legado perdura hasta la actualidad.
Lo más destacado del sitio arqueológico de Axum son sus enormes obeliscos emplazados para demarcar las tumbas de los antiguos líderes del imperio. Los obeliscos tallados, están considerados los mayores monolitos del mundo en su tipo, alcanzando los más altos hasta 35 metros de altura. Las tumbas, fueron el depósito de incalculables objetos y riquezas de alto valor arqueológicos que no pudieron evitar ser víctimas del saqueo descontrolado. Sin embargo la mayoría de las riquezas encontradas en excavaciones posteriores, son preservadas en en los museos de Axum y en Addis Abeba.
Por supuesto, los lugares de interés no se agotan en los monolitos mayormente al norte de la ciudad. El reino de Aksum desplegó una arquitectura con un estilo propio. La iglesia de Nuestra Señora de Sión, desde 1665, fue el escenario histórico en donde se realizaban las ceremonias de coronación de los emperadores del antiguo Imperio de Etiopía. La ciudad exhibe además palacios como el Ta’akha Maryam, el palacio de Dungur, y centenarios monasterios. Es además considerada la ciudad Santa de Etiopía, y es en Axum donde se realizan distintas festividades religiosas que atraen a miles de peregrinos cada año.
Iglesia Nuestra Señora de Sión
Fuente: Dily