Hallazgo del palacio de la Reina de Saba
Arqueólogos alemanes han encontrado los restos del palacio de la legendaria reina de Saba en la localidad de Axum, en Etiopía, y desvelado con ello uno de los mayores misterios de la antigüedad, según anunció hoy la Universidad de Hamburgo. "Un grupo de científicos bajo la dirección del profesor Helmut Ziegert ha encontrado durante una investigación de campo llevada a cabo esta primavera el palacio de la reina de Saba, datado en el siglo X antes de nuestra era, en Axum-Dungur", señala un comunicado de la citada universidad.
"Las investigaciones han revelado que el primer palacio de la reina de Saba fue trasladado poco después de su construcción y levantado de nuevo orientado hacia la estrella de Sirius", destacan los arqueólogos de la Universidad de Hamburgo.
Estos presumen que Menelik I, rey de Etiopía e hijo de la reina de Saba y del rey Salomón de Jerusalén, fue quien ordenó levantar el palacio en su lugar final. Los arqueólogos alemanes destacan que en ese palacio había un altar, en el que probablemente reposó el Arca de la Alianza, que según la tradición era un cofre de madera de acacia recubierto de oro.
Los restos de la residencia de la reina de Saba fueron hallados bajo el palacio de un rey cristiano bajo la dirección del profesor Helmut Ziegert, los restos han sido datados en el siglo X antes de Cristo. "Oyendo la reina de Saba la fama que Salomón había alcanzado por el nombre de Jehová, vino a probarle con preguntas difíciles", ésta es una de las menciones en la Biblia de la Reina de Saba.
Makeda, la reina de Saba, era señora de un territorio que se extendía en zonas de Etiopía y Yemen, según varios historiadores. Makeda para los etíopes, la monarca recibió el nombre de Reina de Saba para los hebreos, Bilqis para los musulmanes y Nicaula para los romanos (a través del historiador Josefo).
"Las investigaciones han revelado que el primer palacio de la reina de Saba fue trasladado poco después de su construcción y levantado de nuevo orientado hacia la estrella de Sirius", destacan los arqueólogos de la Universidad de Hamburgo.
Estos presumen que Menelik I, rey de Etiopía e hijo de la reina de Saba y del rey Salomón de Jerusalén, fue quien ordenó levantar el palacio en su lugar final. Los arqueólogos alemanes destacan que en ese palacio había un altar, en el que probablemente reposó el Arca de la Alianza, que según la tradición era un cofre de madera de acacia recubierto de oro.
Los restos de la residencia de la reina de Saba fueron hallados bajo el palacio de un rey cristiano bajo la dirección del profesor Helmut Ziegert, los restos han sido datados en el siglo X antes de Cristo. "Oyendo la reina de Saba la fama que Salomón había alcanzado por el nombre de Jehová, vino a probarle con preguntas difíciles", ésta es una de las menciones en la Biblia de la Reina de Saba.
Makeda, la reina de Saba, era señora de un territorio que se extendía en zonas de Etiopía y Yemen, según varios historiadores. Makeda para los etíopes, la monarca recibió el nombre de Reina de Saba para los hebreos, Bilqis para los musulmanes y Nicaula para los romanos (a través del historiador Josefo).